Actualmente nos encontramos un gran número de dificultades sexuales en las personas: disfunción eréctil, eyaculación precoz o retardada, anorgasmia, vaginismo o dolor en la penetración, ausencia de deseo sexual…

Vivimos en un momento de supuesta libertad sexual pero donde sigue sin respetarse la naturaleza de cada individuo y la cultura marca qué supone dar la talla en el sexo, y como consecuencia qué es fracasar, y nadie quiere fracasar. El fracaso se castiga en esta sociedad, sobre todo es cada uno/a quien se autocastiga, y aparecen los miedos a volver a intentarlo, aunque apetezca, y finalmente incluso deja de apetecer, pues algo que da mucho miedo deja de ser divertido, y muchas veces vamos a la cama como a un examen. Cuando aparecen los nervios las cosas salen peor, en cualquier aspecto de la vida, y en el sexo por supuesto. La ansiedad controla nuestra respuesta sexual más de lo que pensamos, el encuentro no irá bien si no nos calmamos de verdad. Pero calmarse es difícil porque deseamos tanto que vaya bien…

                   

Te conviene hacer una terapia si vives alguna de las siguientes situaciones:

  • No me siento cómoda/o con mi orientación sexual o tengo dudas.
  • No disfruto del sexo como creo que debería hacerlo.
  • No tengo ganas.
  • No sé cómo ayudar a mi pareja.
  • Rechazo mi cuerpo.
  • Tengo problemas sexuales y no me siento cómodo/a en una relación.
  • Tengo hábitos o gustos que me causan problemas.

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