Una amiga mía recién divorciada y con tres niños pequeños me contaba lo que sufría cada vez que salía a la calle y veía familias felices. Uno de nuestros errores más habituales es fijarnos en lo que no tenemos, cuando miramos la vida de los demás y luego miramos la nuestra. Pero un día vino contenta, me dijo que ya no iba a compararse más con nadie y pondría la atención sólo en las alegrías de su propia vida. Le pregunté el motivo de este cambio tan positivo y me dijo que tal vez se equivocaba al juzgar por las apariencias. Supo que un compañero de trabajo casado y padre de dos preciosos niños llevaba liado varios meses con otra chica. Tenía fotos familiares en la mesa de su despacho donde lucían felices, pero quién sabe si mientras sonreía abrazado a su mujer pensaba en buscar el momento para telefonear a esa otra persona y decirle que ojalá estuviera allí con él, mientras se sentía culpable, o no.
Hay dos tipos de “infieles”: quienes tienen remordimientos y quienes no. A consulta lógicamente acuden los primeros. Vienen sin saber qué hacer con su vida, porque han conocido a una persona que les encanta, se han enamorado y por suerte o desgracia es mutuo, de modo que la tentación es demasiado grande. No desean hacer daño a nadie, quieren a su mujer y les duele pensar en lo que puede llegar a sufrir si se entera, por supuesto les destroza imaginar lo que vivirán sus hijos, la separación, no verlos a diario…
LAS PERSONAS QUE CEDEN A LA TENTACIÓN DE UNA RELACIÓN EXTRAMATRIMONIAL NO SON MALAS O INSENSIBLES POR DEFINICIÓN Y UNA INFIDELIDAD NO SIEMPRE QUIERE DECIR QUE LA RELACIÓN DE PAREJA VAYA MAL. A veces es simplemente una consecuencia de la rutina. Cuando nos habituamos a un estímulo su efecto es menos intenso, no produce la misma reacción química en el cerebro aunque nos siga gustando y estemos bien. Si aparece otro estímulo podemos “engancharnos” a la sensación, resulta adictivo y ya sabemos lo que ocurre con las adicciones… si no tenemos cuidado arrasan con todo.
Cuando acude a consulta una persona en esta situación y le explico lo que le ocurre se molesta, dice que no es droga sino amor y yo les digo que en su inicio es parecido, está demostrado químicamente. Supongo que LOS CUENTOS Y PELÍCULAS ROMÁNTICAS HAN HECHO BASTANTE DAÑO e idealizamos esa sensación, HEMOS INTERIORIZADO QUE POR EL VERDADERO AMOR SE RENUNCIA A TODO, todo se sacrifica… Incluso el catolicismo lo dice, Jesús sacrificó todo por amor ¿no?, aquellas frases de “deja todo y sígueme”.
En nuestro interior tenemos una parte racional y otra emocional. No importa lo que hagamos en la vida, importa el motivo por el que lo hacemos. Separarnos y hacer sufrir a los hijos puede ser la mejor decisión o el mayor de los errores. CUANDO LLEGA CUPIDO POR SORPRESA Y NOS ALCANZA, hemos de analizar sinceramente todas las alternativas, ver si somos capaces de afrontar el sentimiento de culpa y la tristeza que vendrá, de tolerar la frustración por perder algo que deseamos… Cualquier camino traerá consecuencias positivas y negativas, no hay bola de cristal para ver cómo será nuestra vida de un modo u otro, qué hubiera ocurrido si…, no hay modo de apostar a lo seguro. Todavía no hemos encontrado ese libro donde el futuro está escrito, por suerte.