Hay mujeres que hablan de un punto en el interior de su vagina donde sienten un placer especial cuando es estimulado, EL LLAMADO PUNTO G. Se ha hablado mucho al respecto y también investigado, pero muchas mujeres siguen sin sentirlo, de modo que el tema queda con un gran interrogante. Parece obvio que no se puede generalizar y afirmar que todas las mujeres tienen ese interesante punto en su vagina.
Pero no nos lamentemos, porque existen otros puntos G, que llamamos así como abreviatura de puntos G-ustosos, en mujeres y también en hombres. Aquí nos toca ser exploradoras/es y palpar, probar, saborear… buscar tesoros disfrutando por el camino, como si de una selva se tratara nuestro cuerpo. Rastreando porque queremos sentir, porque sabemos que hay más de lo que nos han contado, más placer aparte de los genitales, sorpresas que nos harán reír… Vino a la consulta en cierta ocasión una mujer que contó cómo se rió con su pareja cuando por una caricia en la axila se le pusieron los pezones duros. Al igual que este caso, muchos más, caricias entre los dedos, en puntos de la espalda, tobillos, alrededor del ombligo, parte interior de las muñecas… CADA CUERPO ES UN MAPA ERÓTICO DIFERENTE. Si somos inteligentes, buscaremos el máximo placer, TAMBIÉN EN SOLITARIO.
Luego está el tema de a quién deseamos, con quién queremos compartir nuestros puntos G-ustosos. Un altísimo porcentaje de heterosexuales en algún momento (o más) de su vida se van a sentir atraídas/os por alguien de su mismo sexo. Un altísimo porcentaje de homosexuales en algún momento (o más) de su vida se van a sentir atraídas/os por alguien del sexo contrario. ES ALGO NATURAL, no es malo ni consecuencia de una crisis de identidad. Puede brotar en cualquier momento, provocando curiosidad, confusión, dudas, angustia en el peor de los casos. Y puede ser maravilloso abrirse a la BISEXUALIDAD.
Esta cultura sexual no ayuda a que gocemos de los puntos G-ustosos, pues fomenta un patrón único de normalidad: relación heterosexual con el objetivo de tener un orgasmo por la vía de la penetración vaginal. Si hacemos eso y encima llegamos a la vez al orgasmo, sentiremos que lo hemos hecho bien. Si no, sentiremos que algo falla, y cuanto más nos alejemos de esa norma, más fallamos, más raras/os somos, más tenemos que ocultar.
