Mi pareja quiere que tengamos más sexo. Me siento mal. Le veo frustrado y con mala cara. No me dice nada, ni falta que hace, ya sé lo que está pensando. A veces me insiste y lo hago sin ganas para que me deje tranquila y también porque me da pena verlo tan frustrado; entiendo que necesita más sexo que yo. Yo podría vivir sin sexo tranquilamente, no me hace falta, pero él no.
Tampoco quiero sentir que tengo un problema o que mía es la culpa de esta situación, porque entiendo que él también podría colaborar un poquito para que yo esté más dispuesta. Es cierto que siempre he tenido menos ganas que él, pero con el tiempo cada vez me apetece menos, supongo que por el propio transcurrir del tiempo juntos y por cosas que me molestan bastante. Por ejemplo, me crispa sobremanera que solo sea cariñoso conmigo cuando quiere sexo; es el único momento en que me besa de verdad, besos de pareja, y me abraza. Me encantaría que hubiera más besos y abrazos sin que tuvieran que llevar a nada más. A veces me parece que solo me quiere para el sexo, parece que el resto del tiempo no me necesita, va a lo suyo. Me faltan miradas, cariño, complicidad, sentirme su pareja, no una compañera de piso con la que se acuesta de vez en cuando.
Hemos hablado de esto alguna vez pero me dice que él es así, que no le sale ser más cariñoso, que a ver si quiero que finja algo que no le surge y que sea falso, dice que no va a ser como no es, y que le conocí así. Es un debate que nos lleva a punto muerto, porque entonces yo le digo que perfecto, que yo tampoco me esforzaré y haré lo que me salga, y no tenemos sexo.
————————————————————————————————————————————————————————————————-
EN PAREJA ES LÓGICO QUE SURJAN DIFERENCIAS, CADA PERSONA ES UN MUNDO Y EN EL EQUIPO HAY QUE LLEGAR A ACUERDOS O NO FUNCIONA. TAMBIÉN CUANDO HABLAMOS DE SEXO. Toca amoldarse y buscar puntos medios, colaborar en la mutua satisfacción y para eso hace falta saber las necesidades mutuas.
En consulta veo muchos casos donde una parte se queja de falta de sexo y la otra parte se queja de falta de atención. Quien demanda sexo sufre porque piensa que su pareja ya no siente atracción, no entiende que si le sigue gustando no quiera tener relaciones; quien demanda atención sufre porque piensa que su pareja solo quiere sexo de ella, que es egoísta al preocuparse solo de sus necesidades. Y tenemos el desencuentro servido, dos personas frustradas y heridas que tal vez encuentren en alguien ajeno lo que les falta.
CUANDO EL EQUIPO NO VA BIEN HAY QUE REVISAR Y ATENDER LOS PROBLEMAS, O SE ROMPERÁ. CUANDO EL DOLOR, EL ORGULLO Y/O EL ENFADO NOS BLOQUEA CONVIENE UNA AYUDA EXTERNA QUE DESPEJE EL CAMINO.