No tengo ganas. No me apetece. Ojalá pudiera decir lo contrario pero solo pensar en empezar me da una pereza terrible. ¿Cuánto llevamos sin hacerlo? El lo recordará mejor, yo no lo sé pero creo que hace alrededor de medio año, una cosa así… Yo estoy bien porque no lo necesito pero sufro por él. Y tengo miedo, por supuesto, de que se busque a otra aunque sea para un polvo. Estoy sometiendo a mi pobre marido a un castigo que no se merece, es un cielo pero su mujer no quiere hacer el amor con él.
En estos meses alguna vez me ha dado tanta pena que he accedido a masturbarle y también a que se masturbara mirándome. Las dos veces me sentí triste, mal. Lo hice porque le quiero pero fue como si yo no estuviera realmente allí, era algo ajeno a mi persona totalmente. El tampoco disfrutó porque se dio cuenta, llegó al final pero supongo que fue un rato de placer físico empañado totalmente por mi frialdad. No me lo ha vuelto a pedir. ¿En qué lugar nos deja eso? En la ausencia total de contacto íntimo, ya ni se me acerca a besarme o acariciarme. Un día le dije que echaba de menos sus besos y me dijo que no se acercaba porque le daba miedo sentirme tensa. Es cierto que a veces ha ocurrido eso, porque siento que quiere algo más, que no viene solo a besarme, y sin querer mi cuerpo reacciona rechazándolo.
Un día le dije que echaba de menos sus besos y me dijo que no se acercaba porque le daba miedo sentirme tensa. Es cierto que a veces ha ocurrido eso, porque siento que quiere algo más, que no viene solo a besarme, y sin querer mi cuerpo reacciona rechazándolo. Yo nunca he sido muy sexual, por decirlo así, no me he masturbado casi ni he tenido fantasías, pero me gustaba el sexo y cuando lo hacíamos disfrutaba…¡Cómo añoro aquel tiempo!
Yo nunca he sido muy sexual, por decirlo así, no me he masturbado casi ni he tenido fantasías, pero me gustaba el sexo y cuando lo hacíamos disfrutaba… ¡cómo añoro aquel tiempo! Si tuviera que echar la culpa de lo que me pasa a algo diría que empezó cuando me quedé en paro.
¿CÓMO AFRONTARLO?
La falta de deseo sexual puede tener causas diversas como el cansancio, el estrés, la rutina en la relación, la falta de tiempo por la cual vamos dejándolo siempre para otro dia… y mientras ese día no llega nos vamos deserotizando.
Hemos de buscar un ratito y hacer MINIENCUENTROS: desnudarse, abrazarse, acariciarse, sentir el cuerpo de la pareja, recuperar el placer del contacto, hacer lo que apetezca, sin presiones, sin exigencias, sin miedos de “luego se quedará peor”. Se trata de REHABILITAR EL DESEO y las rehabilitaciones exigen paciencia, objetivos pequeños graduales, ganas de mejorar, y por qué no, ayuda profesional.