Necesito más de tí


Cuántas veces en una relación de pareja sentimos que el otro/a nos da poco, que yo doy mucho más. Y cuántas veces sentimos que nuestra pareja nos agobia y exige demasiado, que incluso da demasiado, que me gustaría tener más libertad sin que ello provocara una crisis cada vez. Dos caras de la misma moneda, dos versiones, dos vivencias, las dos válidas, las dos merecen atención.

Las personas tenemos en las relaciones de pareja dos NECESIDADES fundamentales. Necesitamos estar UNIDOS y necesitamos estar SEPARADOS, estar juntos pero también ser independientes. He aquí el motivo de los típicos “tiras y aflojas”, de los “ni contigo ni sin ti”, de los conflictos internos, del no saber a veces qué queremos o cómo expresarlo. Son necesidades que tienen su raíz en la infancia, en la relación con nuestras primeras figuras de APEGO, madre, padre…. Por un lado necesitábamos que estuvieran cerca, su apoyo, su atención… pero al mismo tiempo necesitábamos alejarnos y sentirnos independientes, válidas/os y capaces sin su ayuda, tener un espacio propio.

Queremos la atención de la pareja, su compañía… pero también necesitamos ser independientes. Está en nuestra NATURALEZA: somos individuos y al mismo tiempo seres sociales. A veces es difícil encontrar el equilibrio y nos enfadamos porque la pareja no nos da o porque nos exige mucho

Llegamos a la etapa adulta y se reproducen un poquito esos vínculos. Queremos la atención de la pareja, su compañía… pero también necesitamos ser independientes. Está en nuestra NATURALEZA: somos individuos y al mismo tiempo seres sociales. Los problemas surgen cuando sentimos que nuestra pareja no cuida o respeta lo que necesitamos, cuando las necesidades son diferentes… Y pensamos: sabe lo que necesito pero no le importa… NO ME QUIERE.

A veces es difícil encontrar el equilibrio y nos enfadamos porque la pareja no nos da o porque nos exige mucho. Conviene comenzar comprendiendo que ambas necesidades son naturales, conviene que nos miremos y tratemos de ADAPTARNOS mutuamente porque no soy mejor ni peor que tú, somos un EQUIPO y en un equipo no se juzga o critica, en un equipo se colabora. En un equipo cada persona trata de SUPERARSE y dar lo mejor de sí misma: si me gusta recibir también he de dar aunque no me apetezca y me suponga un esfuerzo… si no me da lo que quiero sé que yo también he de cuidarme, darme un montón de cariño para no cargar a nadie con la responsabilidad de llenar mi corazón o curar heridas. Nadie nos obliga a estar en el equipo (no debería por lo menos) y a veces es complicado, pero si estamos, ESTAMOS de verdad.