DESEANDO…seguir junt@s

DESEANDO…seguir junt@s

La relación de pareja es una unión que puede traer vivencias maravillosas si equilibramos las que no lo son tanto. Muchas veces oímos “ahora la gente no aguanta nada, a la menor se separan”. No se puede generalizar y tal vez haya parejas que enseguida buscan esa salida a su malestar, pero realmente pienso que la gran mayoría no, veo muchas parejas luchar por seguir juntas, cada persona como bien puede o sabe. En ocasiones faltan recursos, es cierto, cuesta afrontar todo lo que conlleva una vida en común, creíamos que sería más fácil, pensamos que tan intenso como era el amor todo importaría menos, lo malo, y que podríamos con todo. Ojalá fuera así. Los sentimientos cambian y aparecen otros con mucha fuerza, la ira, la tristeza, el rencor… cuando hay desencuentros y después no buscamos vías para solucionar y entendernos. Existe un efecto acumulativo que finalmente nos aplasta, junt@s pero separad@s.

Cuando una pareja quiere luchar por su relación comienzan un proceso donde habrán de mirar en qué colabora cada un@, porque efectivamente las responsabilidades siempre están repartidas, aunque pensemos que el otro tiene un 95% y yo solo el 5% restante, que pongo mucho más de mi parte por la relación que mi pareja… siempre toca mirar para adentro. El equilibrio adecuado pasa por hacer un ejercicio de empatía, bucear en los sentimientos de mi pareja y ponerme en su lugar, mientras realizo una autocrítica de mi mism@. Obviamente esto cuesta, y nos falta hábito, pues más al contrario nuestra costumbre es darme cuenta de lo que me molesta y de todo lo malo que mi pareja hace, por lo cual estoy mal, siempre por su culpa.

En ocasiones es muy complicado, pero seguramente el mejor de los retos cuando se trata de sacar a flote un bote que se hunde (en ocasiones con niñ@s dentro), el hecho de centrar la atención en el amor, no olvidar lo que nos enamoró y lo que de valioso tiene esa persona que siento que no aguanto. Tod@s tenemos muchos matices; el tiempo, el desgaste, las malas experiencias sin curar, sacan a relucir los aspectos más negativos pero los otros también están, y al verlos aumentan, cogen espacio, no así si los obviamos. No olvidemos que todas las personas necesitamos sentirnos valoradas. La queja más común en las parejas que vienen a terapia es “no valora lo que hago”. Lógicamente cuesta ver lo positivo en la otr@ cuando hay cosas que nos molestan muchísimo, y no se trata de aceptarlo y aguantar, pero es cierto que hemos de girar la mirada hacia lo positivo de vez en cuando o difícilmente saldremos de donde estamos metid@s.

Hay un ejercicio que ayuda a este fin. Se trata de escribir en un papel lo que me gusta de mi pareja y lo que no me gusta, hacemos dos listas y la segunda la dividimos a su vez en lo que puedo llegar a aceptar y lo que no puedo aceptar. Con esto consigo por un lado poner la atención en lo positivo y en cuanto a lo que no me gusta, reduzco el volumen de cosas que no aguanto y me abro a aceptar algunas de ellas, al mismo tiempo que planteo claramente lo que simplemente no puede ser. Establecemos prioridades y facilitamos la mejoría mutua. Para creer en la relación de pareja he de creer primero en mi capacidad de cambiar cosas, hay muchos detalles que ayudan y otros muchos que dificultan el buen fluir del amor entre dos personas que se enamoraron, no es ni de lejos tan fácil como creíamos, pero es perfectamente posible y hay much@s que lo logran.