SEPARADOS HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE

SEPARADOS HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE

                Hace muchísimos años se pensaba que no había tierra o mar más allá del horizonte, que no existía nada que los propios ojos no alcanzaran a ver, nada que no se pudiera palpar, tocar, oír… Luego se descubrió que hay infinidad de cosas invisibles a nuestra percepción, partículas diminutas, otras galaxias, energías, etc. Superamos el egocentrismo y podemos así mejorar nuestras vidas entendiendo el funcionamiento de sus elementos. Hemos avanzado muchísimo en el conocimiento de las leyes físicas, no tanto en las emocionales, sobre todo ante realidades sociales nuevas. Vivimos un momento en que CADA VEZ SON MÁS FRECUENTES LAS SEPARACIONES DE PAREJAS CON HIJOS/AS, Y NO ESTAMOS PREPARADAS/OS PARA AFRONTAR LAS DIFICULTADES QUE HAY MÁS ALLÁ DE LA RUPTURA. 

                 Cuando decidimos terminar una relación duele, da pena pero al mismo tiempo libera porque sentimos que es el final de algo malo. Por otro lado, más allá de ese horizonte buscado y deseado hay una realidad donde sigue esa persona, no podemos borrarla. Es el inicio del resto de nuestra vida en equipo para siempre con ese alguien del que tal vez no queramos saber nada y con gusto mandaríamos a la otra punta del mundo, una relación de “SEPARADOS HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE”.

         Hasta hace unos años en la esfera de lo privado la mujer tenía cierto poder para decidir sobre la organización del hogar, los hijos… y en caso de separación se quedaba con la custodia pues se entendía que estaba más capacitada que el hombre para encargarse de esa labor. Ahora vivimos un momento de cambio en los equilibrios de poder entre los sexos tanto en lo público como en lo privado, con mucho por trabajar y ajustar (como en cualquier proceso de transformación), justicias e injusticias…, y EN LOS DIVORCIOS APARECE LA CUSTODIA COMPARTIDA COMO TENDENCIA MAYORITARIA. Cuando se comparten cosas las relaciones se complican, nos toca negociar, ceder a veces, imponernos otras…. ¡Cómo no va a complicarse todo cuando lo que compartimos es lo que más amamos, nuestros hijos e hijas! LAS RELACIONES POST-MATRIMONIALES SON DIFÍCILES Y A VECES PRECISAN AYUDA PROFESIONAL.  A continuación, un testimonio tan inventado como habitual.

              “Me separé hace dos años porque la convivencia era insoportable. Pidió la custodia compartida y se la dieron de modo que nuestra hija pasa una semana con cada uno. Hace unos meses inicié otra relación que va estupendamente pero me fastidia un montón que las discusiones son casi siempre por culpa de mi ex. Me pongo de los nervios porque continuamente intenta fastidiarme, “pierde” ropa de la niña, me cambia los horarios como quiere y por otro lado no permite que pueda estar conmigo en ocasiones especiales como cumpleaños cuando le toca con él, todo por hacerme daño. Me hace daño a través de cosas de la niña porque sabe que es lo que más me duele, utiliza a nuestra hija para vengarse de mí y quedar por encima, para pisarme. Siento mucha rabia e impotencia, muchísima, me afecta tanto que “lo pago” con mi pareja actual, estoy de mal humor, pierdo hasta las ganas de hacer el amor”.

               Las luchas de poder son un motivo de conflicto en las relaciones de pareja, competimos y discutimos porque no me haces caso o estoy hasta las narices de que me digas lo que he de hacer, pero nos queremos y tarde o temprano se nos pasa, el amor supera a la rabia. En las relaciones post-matrimoniales todo se complica porque no hay amor y ya no hay motivo para que se me pase el enfado, no tengo nada que perder y me produce mucha satisfacción saber que tú también sufres como me haces sufrir a mí, de modo que las LUCHAS DE PODER pueden llegar a niveles estratosféricos… ENTRAMOS EN CÍRCULOS DESTRUCTIVOS DONDE TODOS PERDEMOS, además de dañar a nuestros hijos e hijas, en primer lugar y por descontado. 

              Creo que es muy necesario pararnos y no actuar desde lo emocional sino con inteligencia para entender que esa persona a la que tal vez odiamos y con razón formará parte de nuestra vida para siempre porque un día decidimos tener un TESORO JUNTOS, porque gracias a su espermatozoide o su óvulo tengo lo que más amo. Decidimos tenerlo y eso ha traído cosas buenas y malas, como todas las decisiones. Ahora solo queda disfrutar de lo bueno y construir maneras, trucos, estrategias para que lo malo no me contamine porque merezco vivir feliz, ya he sufrido bastante. Es un reto, es mi camino, el mejor horizonte.