CALLAMOS DEMASIADO

           A veces callamos demasiado con nuestra pareja y tarde o temprano surgen problemas. La comunicación es vital y hay que saber cómo hablar, elegir el momento y la manera adecuada de decir algunas cosas que pueden resultar incómodas, pero callar no es una opción. Lo que no se ve no se puede solucionar y eso va creando cada vez más y más distancia en la relación, surgen tensiones y llega un momento en que no sabemos cómo hemos llegado a donde hemos llegado, recordamos cuando estábamos unidos y parece que ocurrió en un tiempo lejanísimo…

         Para hablar de lo que molesta primero hace falta conectar con nuestro interior y ponernos en el lugar de la otra persona, es necesario tener en cuenta ambas cosas pues podemos herir sentimientos y provocar mayor distancia. Puede resultarnos útil escribir lo que queremos decir y visualizar la conversación. Esto sirve para abordar cualquier conversación que nos resulte incómoda, con un familiar, en el trabajo, con amistades…

          Por mi experiencia, EN LA INTIMIDAD SEXUAL HACE FALTA HABLAR MÁS. A veces estamos muy cerca de esa persona pero al mismo tiempo muy lejos. Para disfrutar en el sexo necesitamos estar cerca de verdad, no solo el cuerpo. Si mientras estamos con esa persona nos acuden a la mente pensamientos que no queremos decir, la conexión disminuye… y con ello el placer. Está comprobadísimo que a mayor sintonía más bienestar. A veces no queremos decir algo por si la otra persona se siente mal, se ofende, se enfada…, nos cerramos y sin darnos cuenta nuestro cuerpo también se cierra, no “funciona” igual.

          Me gusta proponer a quien viene a la consulta EL JUEGO DE LA VERDAD, donde nos preguntamos lo que queramos y hay que contestar con la verdad. Queremos crear un ambiente donde las mentes se acerquen y así los cuerpos les seguirán,  no hemos de olvidar que EL PRINCIPAL ORGANO SEXUAL ES EL CEREBRO. La mayoría de bloqueos en el sexo tienen fácil solución, sólo hay que saber cómo hacerlo, el problema es que es un tema del que no se habla, nos educaron en el silencio y seguimos callando demasiado.